PAPÁ FUE UN SUPERHÉROE
de David Torres
con Domingo Chinchilla y David Torres
El padre nace en el 56, pertenece a las primeras generaciones de la dictadura. Un tropel de jóvenes que quisieron cambiar aquel mundo de oscuridad, silencio y miedo. Un camino de esperanza y de posibles había por trazar; la energía del cambio la encontrarían en un nuevo espíritu revolucionario. Él encontró así su identidad: haciendo de la contestación su credo.
El hijo creció entre panfletos, pancartas y pegatas, con un modelo paternal dispuesto a romper cualquier molde estipulado. La pasión lleva al exceso, aquel niño rechazó este exceso con firmeza. Creció tomando a su padre por un cretino.
Los años pasaron sacudiéndolos por varios caminos hasta llevarlos a trabajar juntos en la empresa familiar. Se reencuentran en un presente idílico: pasarse el testigo. Pero el padre ya no es aquel hippie revolucionario, con botas de militar, camisa de flores y melena. El hijo se encabezona en verlo sin éxito. El pasado glorioso del padre no es más que pasado.
El choque de intereses, de necesidades, de principios, de deseos en la realidad política laboral actual es tal que genera un terremoto entre ellos. El hijo se siente perdido desde que no reconoce en el padre los principios que lo identifican. Aceptar la incoherencia entre discurso y acción es, al final, cómo dejar de creer en los reyes magos.
Un terremoto tan grande que hará temblar el enlace más primitivo, el del padre e hijo.



